IV CENTENARIO DEL ÓRGANO PARROQUIAL (1987 por Servando Hurtado)

A continuación reproducimos este artículo en nuestra página por la importancia de los datos que ofrece. Fue publicado en el programa de fiestas de El Espinar en 1987 y escrito por el historiador local D. Servando Hurtado. En él se hace especial hincapié en que tomemos conciencia de la importancia de nuestro patrimonio y su conservación, en especial, la gran joya que supone el órgano parroquial de la Iglesia de San Eutropio.

En 2017 publicamos otro artículo sobre el órgano, tras la restauración del año 2000 por Joaquín Lois. En este artículo, se fija la fecha de creación en el año 1709 y adjudica su autoría a Pedro Liborna Echevarría. enlace


El órgano de la Iglesia de San Eutropio de El Espinar
El órgano de la Iglesia de San Eutropio de El Espinar Foto Joaquín Lóis

IV CENTENARIO DEL ÓRGANO PARROQUIAL

Una vez más me dirijo a las gentes de mi pueblo para recordaros otra de las joyas de nuestro Patrimonio Artístico, que merece seria atención.
Primero, porque puede ser una vida de cultura para nuestros hijos. ¿Por qué no llegar, desde nuestra Banda Municipal, a través del Conservatorio de Música, al Órgano Parroquial?
Segundo, porque podría ser una nueva vía de promoción turísticoartística de nuestro pueblo, «que falta nos hace».
Mi interés por nuestro Órgano Parroquial empezó cuando hace ocho años el R. P. Esteban del Cegoñal vino a El Espinar. Este extraordinario
organista de la Basílica de Jesús de Medinaceli, me informó sobre la gran obra de arte que poseíamos, y me dio fotocopias de la documentación existente sobre dicho instrumento en el Archivo Histórico de Segovia.
Desde entonces mi interés sobre el Órgano Parroquial fue creciendo cada vez más, buscando más y más información sobre él.

Al invierno siguiente, tercero de mi carrera de Geografía e Historia, el Obispo de Segovia, D. Antonio Palenzuela, me invitó a participar en un Simposium sobre órganos de la Diócesis, en el cual intervinieron los mejores organistas, organeros y organófilos de España.
En dicho Simposium mi labor fue trasladar los problemas y comentarios múltiples que surgieron al órgano parroquial de San Eutropio de El Espinar, como ejemplos que nos sirvieran para la perfecta restauración y conservación de dicho instrumento.

El paso siguiente, y siempre contando con la aprobación y apoyo del Cura Párroco D. Alejandro Gallego, fue pedir presupuesto a uno de los mejores organeros mencionados en el Simposium: D. Miguel Ángel Avendaño Ruiz, el cual dio un minucioso y detallado informe sobre la situación y restauración del instrumento.

Dicho informe y presupuesto fue revisado por personas especializadas en el tema, como otros organeros, organistas, Obispado y Patronato Parroquial. Siendo dicho informe presupuestario aprobado en su mayoría por los consultados, salvo algunas enmiendas. Entre estas personas consultadas se encontraban: R. P. Esteban del Cegoñal, D. Joaquín Lois Cabello (organero), Sr. Delgado (sobrino de Ricardo Delgado, organista y organero que llevó a cabo la restauración de 1945, Orgamusik, etc . .
Los comentarios de todos coincidían en que el órgano necesitaba una urgente restauración, con la cual tendría todas las posibilidades sonoras y de autofinanciación para su futura conservación.
Sin embargo, y ante la urgente necesidad de llevar a cabo la restauración del templo Parroquial, se postergó la idea de restaurar el órgano.

Ahora, unos años después, y ante la celebración del Cuarto Centenario de la construcción de esta obra de arte, vuelvo en mi empeño de restaurar y promocionar el Órgano Parroquial.

Este fue encargado construir por testamento de Doña María de Prado el 8 de septiembre de 1582. Manda cumplir este deseo su hija Doña María Arce Dávila, que entrega 320 ducados al Concejo, Regidores y Cura de la Villa de El Espinar el 19 de diciembre de 1586. El contrato de encargo se firmó el 4 de abril de 1587 por Luis Avilés, vicario; Alfonso Martínez, alcalde, y Gerónimo Vargas, maestro organero de Toledo. Se entrega el órgano ajustado y asentado en la iglesia justo un año después.

Así, pues, el próximo 4 de abril de 1988, se cumplirán cuatrocientos años de la existencia del órgano.
En 1727, Manuel Segura, organero de la Corte de Madrid, lleva a cabo la reforma y ampliación del instrumento para tocar también música barroca, respetando toda la tubería existente de estaño bruñido al 70 por ciento traído de Inglaterra.

Ya en nuestro siglo, en 1945, por iniciativa de D. Víctor Espinós, y a través de «Regiones Devastadas», Ricardo Segura lleva a cabo una restauración, reforma y traslado del órgano a su situación actual.

 El órgano de la Iglesia de San Eutropio de El Espinar


Hace tres años, después de las restauraciones efectuadas en la iglesia, José Eduardo Sanjuán, su hijo, y José Ignacio Abad, feligreses temporales de nuestra parroquia, realizaron la limpieza, arreglo, compra de nuevo motor, etc., de una forma desinteresada y con auténtico cariño.
Desde estas páginas y como espinariego que soy, quiero agradecer a todos los que a través de la historia han intervenido en la existencia de esta obra de arte en El Espinar, desde Doña María de Prado en 1582 a nuestros días. Y pido a la Parroquia (Cura, Junta y Patronato Parroquial),
Corporación Municipal, Cofradías, vecinos todos, que tomemos conciencia de conservar nuestro Patrimonio Artístico, pues es la base de nuestra cultura y de la promoción artístico-cultural que tanto necesita El Espinar.

Con nuestra afición musical, hartamente demostrada durante todas estas décadas y las posibilidades que nos da el Órgano Parroquial, ¿quién
no desearía ver en El Espinar a S. M. la Reina, máximo representante de la inquietud musical en España, presidiendo el IV Centenario del
Órgano, y la celebración de “Semanas de Música”, como las de Segovia, Covarrubias, etc.. , grabaciones de discos, conciertos, etc ... ?

El Espinar necesita aportar por la cultura; crear talleres artesanales, fomentar el taller de teatro, hacer un pequeño conservatorio de música, etcétera. Nos estamos jugando el futuro cultural de El Espinar.

SERVANDO HURTADO GONZÁLEZ
El Espinar, 31 de agosto de 1987