Como he comentado, Juana de Hortigosa sobrevivió a su marido treinta y dos años. El
20 de mayo de 1549 hizo testamento ante Pedro Pinto escribano público de su Majestad en El Espinar, siendo testigos el clérigo Pedro Hernández Serrano, y los vecinos Antón Gutiérrez y Juan Serrano, a quienes pidió firmaran en su nombre, pues ella no sabía escribir. En este documento establece como testamentarios cumplidores de sus últimas voluntades al Bachiller Millán, cura de San Eutropio, a su hija Elvira y a su nieto Gonzalo, pues su hija mayor Juana ya había fallecido, a los cuales da su poder para que, de sus bienes, o si tienen que vender, o almoneda, o demandar, pero que hagan lo necesario para que se cumpla su voluntad. Y que, una vez cumplidas todas las mandas, nombra como herederos universales a partes iguales a los citados Dñª Elvira y D. Gonzalo.
20 de mayo de 1549 hizo testamento ante Pedro Pinto escribano público de su Majestad en El Espinar, siendo testigos el clérigo Pedro Hernández Serrano, y los vecinos Antón Gutiérrez y Juan Serrano, a quienes pidió firmaran en su nombre, pues ella no sabía escribir. En este documento establece como testamentarios cumplidores de sus últimas voluntades al Bachiller Millán, cura de San Eutropio, a su hija Elvira y a su nieto Gonzalo, pues su hija mayor Juana ya había fallecido, a los cuales da su poder para que, de sus bienes, o si tienen que vender, o almoneda, o demandar, pero que hagan lo necesario para que se cumpla su voluntad. Y que, una vez cumplidas todas las mandas, nombra como herederos universales a partes iguales a los citados Dñª Elvira y D. Gonzalo.